Son ya 5 días en Houston, Texas y sigue siendo una de mis experiencias más grandes y gratas de la vida. He aprendido muchísimo de su cultura, gastronomía, y costumbres, además lo que también puedo recalcar con una sonrisa en mi rostro es lo cálidos de las personas, el respeto en el que ellos se tratan es impresionante. Como sin conocerse te ofrecen ayuda enseguida. Y la verdad es digna de resaltar. También algo que jamás olvidare es su infraestructura wow es impresionante y muy avanzada, pero de lo que yo me enamore fueron de las fajitas de pollo.

Mi mama anfitriona es muy divertida y ella un día me llevo a comer fuera de casa y sorpresa mía era un restaurante mexicano y tenían mucha variedad y en ello mi mama anfitriona me dice como se llama lo que llevas en la cintura, le dije una faja y me dijo. Yo cuando tenía 20 años ella decía en los restaurantes que fajitas de que ahí y le respondían que de carne siempre, hasta que la gente decidió ampliar su variedad como la de pollo y camarones y peces   que esos animales no tengan fajitas. Así que mi mama siempre que iba a un restaurante le decía al mesero, “Disculpe, algo anda mal en su menú.” El problema es que los pollos no tienen fajitas y pero los camarones lo siento su menú está dañado. Deben corregirlo y ella está muy orgullosa de ello. Así que lo que más quiero y extrañaré de Houston, Texas son los fajitas de pollo aun que no existan.

— Gaby Aguilar; Otavalo, Imbabura

2015 Ecuadorian Youth Ambassador