One of the most exciting aspects of our midterm was that it was a surprise! Participants were told that they would only be able meet together with the other participants in their supervisor’s routes, and that each route would be meeting in separate locations. Originally, that was the plan too. But after everyone became so close to one another at Briefing, we knew that staff had to organize an event for the entire project. And what better place to have a surprise midterm than one of the Seven Wonders of the World? So for the last week, Supervisors worked to plan and organize the Midterm at Chichen Itza.

Participants and supervisors left community early Thursday morning to make our way to Chichen Itza. With each new group that arrived, the participants become more and more excited to see one another. With everyone finally gathered together, our group entered the archaeological zone and spent the next almost 2 hours marveling at the Mayan ruins, taking selfies, and even buying a few souvenirs.

After the ruins, we took taxis to the nearby city of Piste to eat lunch at an amazing (and air-conditioned!!!) restaurant. Following lunch, participants were split up into routes and with their supervisors spent some time reflecting on their experience so far, and brainstorming ideas to make the remainder of their time in community even more fantastic. Lastly, we ended the day with ice cream, a little bit more shopping, a trip to the internet cafe, and a few bittersweet goodbyes before returning to community.

Uno de los aspectos más emocionante de nuestra celebración del medio término fue que fue una sorpresa! Los participantes pensaban que sólo iban a poder reunirse con los otros de la ruta de su supervisor, y cada ruta se reuniría en lugar diferente. Y originalmente, así fue el plan. Pero después de que todos llegaron a ser tan amigos en la capacitación inicial, sabíamos que nuestro equipo tenía que organizar un evento para todos los voluntarios. ¿Y hay un sitio mejor de tener un evento secreto del medio término que una de las siete Maravillas del Mundo? Por eso, por una semana los supervisores decidieron planificar y organizar el evento en Chichén Itzá.

Los participantes y supervisores salieron de sus comindades muy temprano el jueves para llegar a Chichén Itzá. Con cada grupo que llegaba, los participantes se pusieron más y más emocionados de reunirse. Cuando todos finalmente estábamos, entramos a la zona arqueológica y pasamos casi dos horas mirando a las ruinas mayas, tomando selfies, y comprando unos recuerdos.

Después, fuimos en taxi a la muy cerca ciudad de Piste para almorzar en un restaurante fantástica (¡y con aire acondicionado!). Al terminar, participantes se dividieron en sus rutas y con sus supervisores pasaron un tiempo reflexionando sobre su experiencia hasta entonces y pensando en maneras de asegurar que lo que queda del verano pase aún mejor. Finalmente, terminamos el día con helado, un viaje al ciber, y unas despedidas agridulces antes de regresar a las comunidades.”