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La Feria del Agua

Photos: Fudebiol

World Water Day, celebrated globally on March 22nd, serves as a poignant reminder of the critical importance of fresh water and advocates for the sustainable management of freshwater resources. Two days after this event, I had the opportunity to celebrate it myself in the verdant landscapes of Fudebiol with their Feria del Agua. Hosted annually in March to situate itself as close as possible to World Water Day, this vibrant festival brings together individuals from all walks of life, united by a shared recognition of water’s invaluable role in our lives. Children and adults alike came in attendance to celebrate conservation and environmentalism on their own time out of their own busy lives. As someone who had the privilege of volunteering in this year’s festivities, my experience was not only enriching but also a lot of fun, offering insights into the importance of water conservation and the joy of community involvement. In a world today grappling with the challenges of climate change and water scarcity, initiatives like the Feria del Agua are more crucial than ever. They offer a platform for education, dialogue, and action towards preserving our most precious resource whilst packaging itself in an easy-to-understand and fun festival.

Set against the backdrop of the lush Centro Biológico Las Quebradas in Pérez Zeledón, this event is a microcosm of Costa Rican culture and environmental consciousness. With the sun brightly overhead, conversation abuzz, and the brilliant green of the shrubbery all around, the ambiance is perfect. Local community vendors lined the back of the reserve selling artisanal goods made from wood, knitting, and paintwork. Additionally, homemade baked goods, locally sourced honey, and other tasty finds were dotted throughout the stalls just waiting to be found. Throughout the day, there are many different talks and events that emphasize the importance of water conservation and quality. All of these centered around the theme of water and its conservation. Notably, there were some traditional theater acts that were a highlight, with local artists and storytellers weaving tales that underscore the symbiotic relationship between humans, nature, and day-to-day life. All of them were acted by the local children, teens, and adults. Each provided its own distinctive life and personality, and these performances, brimming with color and passion, are not merely entertainment but powerful narratives that echo the festival’s underlying message of conservation and respect for nature. This truly demonstrated that the Feria del Agua is more than just a celebration of water; it’s a confluence of tradition, education, and community action.

Volunteering at the Feria del Agua offered an amazing opportunity to contribute directly to the festival’s success and, by extension, to the broader cause of water conservation. Engaging with attendees, many of whom were eager to learn and participate, reinforced the notion that individual actions can collectively lead to significant environmental impacts. From facilitating educational workshops to assisting in running events, every task, no matter how small, was a step towards fostering a more informed and proactive community. The personal opportunity I had to work with the community’s youth was especially impactful since I had the chance to hear the opinions and creativity of the local community. Through leading activities in painting and art centered around pieces promoting environmental conservation, I hope to leave a positive message to the youth and the future.

As we move forward, I want to let the Feria del Agua inspire us to be stewards of the environment, advocating for sustainable water management and conservation efforts. Let us carry the spirit of the festival in our daily lives, recognizing that each action, no matter how small, contributes to the preservation of our planet’s most vital resource. In doing so, we honor the essence of World Water Day, not just on March 22nd but every day, for the well-being of our planet and future generations.

 

La Feria del Agua

Fotos: Fudebiol

El Día Mundial del Agua, que se celebra en todo el mundo el 22 de marzo, sirve como recordatorio conmovedor de la importancia crítica del agua y defiende la gestión sostenible de estos recursos. Dos días después de este acontecimiento, tuve la oportunidad de celebrarlo yo mismo en los verdes paisajes de Fudebiol con su Feria del Agua. Este vibrante festival, que se celebra anualmente en marzo para situarse lo más cerca posible del Día Mundial del Agua, reúne a personas de todas las profesiones y condiciones sociales, unidas por el reconocimiento común del inestimable papel del agua en nuestras vidas. Niños y adultos por igual acudieron a celebrar la conservación y el ecologismo en su tiempo libre, fuera de sus vidas ocupadas. Como voluntario, tuve el privilegio de participar en las celebraciones de este año, y mi experiencia no sólo fue enriquecedora sino también muy divertida – ya que me permitió comprender la importancia de la conservación del agua y la alegría de la participación comunitaria. En un mundo que se enfrenta hoy a los retos del cambio climático y la escasez de agua, iniciativas como la Feria del Agua son más cruciales que nunca. Ofrecen una plataforma para la educación, el diálogo y la acción en favor de la conservación de nuestro recurso más preciado, en el marco de un festival divertido y fácil de entender.

Con el exuberante Centro Biológico Las Quebradas de Pérez Zeledón como telón de fondo, este acto es un microcosmos de la cultura y la conciencia medioambiental de los costarricenses. El ambiente es perfecto, con el sol brillando en lo alto, las conversaciones retumbando, y el verde brillante de los arbustos alrededor. En la parte trasera de la reserva se alinean vendedores de la comunidad local vendiendo productos artesanales de madera, tela y pintura. Además, los puestos estaban repletos de productos de panadería casera, miel local y otros sabrosos productos. A lo largo del día se organizaron diversas charlas y actos que hacían hincapié a la importancia de la conservación y la calidad del agua. Todo giraba en torno al tema del agua y su conservación. Destacaron algunos actos como el teatro tradicional, en los que artistas y narradores locales contaban historias que subrayaban la relación simbiótica entre el ser humano, la naturaleza y la vida cotidiana. Las obras fueron interpretadas por niños, adolescentes y adultos de la localidad. Cada uno aportó su propia vida y personalidad única, y estas representaciones, rebosantes de color y pasión, no son solo entretenimiento sino poderosas narraciones que hacen eco del mensaje importante del festival de conservación y respeto por la naturaleza. Todo ello demostró que la Feria del Agua es algo más que una celebración del agua: es una confluencia de tradición, educación y acción comunitaria.

Ser voluntario en la Feria del Agua me ofreció una oportunidad increíble de contribuir directamente a la celebración del festival y, por extensión, a la causa de la conservación del agua. La interacción con los asistentes, muchos de los cuales estaban emocionados por aprender y participar, reforzó la idea de que las acciones individuales pueden tener un impacto medioambiental significativo. Desde llevar a cabo talleres educativos hasta ayudar en la organización de eventos, cada tarea, por pequeña que fuera, era un paso hacia el fomento de una comunidad más informada y proactiva. La oportunidad que tuve de trabajar con los jóvenes de la comunidad fue especialmente impactante, ya que pude escuchar las opiniones y la creatividad de la comunidad local. Al dirigir actividades de pintura y arte centradas en piezas que promueven la conservación del medio ambiente, espero dejar un mensaje positivo a la juventud y al futuro.

Quiero dejar que la Feria del Agua nos inspire para ser guardianes del medio ambiente, abogando por una gestión sostenible del agua y por esfuerzos de conservación. Llevemos el espíritu del festival a nuestra vida cotidiana, reconociendo que cada acción, por pequeña que sea, contribuye a la preservación del recurso más vital de nuestro planeta. Al hacerlo, honramos la esencia del Día Mundial del Agua, no sólo el 22 de marzo, sino todos los días, por el bienestar de nuestro planeta y de nuestras futuras generaciones.

—Yao

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