My Final Reflections
Service Project
My interactive Fungi discovery service project took full flight and was highly successful. Having nearly the highest number of participants in this workshop, with 25 attendees plus the Cusingos staff, it went above our expectations. We were glad to see so many fungi lovers in the crowd, curiously asking Nelson Chaves about the fungi anatomy, function, and ecosystems. People were engaged, learning, and understanding the complex identity of the Fungi and how our preconceived notions of what Fungi is can be challenged, questioned, and changed to what Fungi truly is. What surprised me the most, and what the audience most loved about the workshop was the Fungi collection in Los Cusingos, while I have been here 9 months, I never truly observed and identified many Fungi beyond the easily identifiable ones in the trails. I quickly saw how many vastly unique and interesting fungi there were in such a small 300m distance. From consumable Fungi, colorful Fungi, extravagant group Fungi, there is such little knowledge on Fungi species, but they are always around us, every second of our lives.
Boruca Excursion
The Boruca excursion taught me valuable lessons on the importance of culture, history, and identity. Having observed the process of Boruca Mask Making, I saw the love, the strength, and the resilience they put into making each and every mask. A whole story goes into the process of making it, from the concept, wood carving, painting, finish, and endless hard work; this story often goes untold in the souvenir shops where tourists from all over the world only see the finished product. Having given tours of Alexander Skutch’s house museum, I understand the importance of maintaining and telling a legacy, history, and purpose.
Final Days
The final days of working at Los Cusingos are finally looming above me, the need to say goodbye, the need to see my supervisors and friends one last time. It’s hard saying goodbye to people you will keep in touch with, and it’s hard not to feel nostalgic looking back at everything you have done. I rejoice in these memories while I am still here in the forest, with the birds calling out loud, with tourists looking in awe at the colors of the majestic birds. From when I was trekking through the forest with visitors from around the world, from Germany, Czech Republic, Brazil, Canada, and the United states, it has engulfed me in the myriad of world cultures and identities, one full of mystery and cross-cultural dynamics. A life I’ll have to leave behind in just a few weeks, but a piece of my life that I will take with me.
Planning the final days and what to do to make the most of it has been a difficult time. Whether to spend here or there, visit this place one final time, or spend time with this person one last time. There’s so much to do, but so little time. And with despedida around the corner, I know that will be the last time I will get to see familiar faces, and albeit an emotional ending, we get to feel grateful for all the moments we shared together as a family, as friends, and as co-workers.
Future
Having had the amazing experience to work and explore conservation areas, I wholeheartedly believe that I will find myself one day working in nature conservation, whether that be at the San Diego zoo, the UN, or some isolated part of the world, I know that wherever my journey takes me, I’ll remember the good days of Costa Rica, full of bright adventure and an animal encompassing environment. The days where I roamed the forests looking for a sloth, only to help rescue a sloth a few days later. Being weary if there was a snake or jaguar roaming about watching my every step. I have transformed from a novice wandering about the jungle to a semi-expert knowing where to be, how to spot animals, and how to best navigate the ecosystems around me with minimal presence. Given this love for the nature filled lifestyle, I need to be aware of the footprint I leave behind in the future. Having seen the impact of Climate Change first-hand, throughout these past 9 months, to not only the Ticos but also to the ecosystems in Costa Rica, I fully understand the need to reduce and reuse in order to prevent the extinction of wildlife species and forest ecosystems. While all may not be perfect in mitigating the impact we have on the world, we can make small efforts in our daily lives to make that difference.
Mi Proyecto de Servicio
Mi proyecto de servicio interactivo de descubrimiento de hongos tomó vuelo y fue un gran éxito. Al tener casi el mayor número de participantes en este taller, con 25 asistentes además los 3 de Cusingos, superó nuestras expectativas. Nos alegró ver a tantos amantes de los hongos entre la gente, preguntando con curiosidad a Nelson Chaves sobre la anatomía, función y ecosistemas de los hongos. La gente participó, aprendió y comprendió la compleja identidad de los hongos y cómo nuestras nociones de qué son los hongos pueden ser desafiadas, cuestionadas y cambiadas a lo que realmente son los hongos. Lo que más me sorprendió y lo que más le gustó al público del taller fue la colección de Hongos en Los Cusingos, aunque llevo 9 meses aquí, nunca observé e identifiqué realmente muchos hongos más que los fácilmente identificables en los senderos. Rápidamente vi cuántos hongos únicos e interesantes había en una distancia tan pequeña de 300 m. Desde hongos consumibles, hongos coloridos y grupos extravagantes de hongos, hay muy poco conocimiento sobre las especies de hongos, pero siempre están a nuestro alrededor, cada segundo de nuestras vidas.
Excursión Boruca
La excursión a Boruca me enseñó lecciones sobre la importancia de la cultura, la historia y la identidad. Después de observar el proceso de elaboración de máscaras Boruca, vi el amor, la fuerza y la resiliencia que ponen en la elaboración de todas y cada una de las máscaras. Hay toda una historia en el proceso de elaboración, desde el concepto, el tallado en madera, la pintura, el acabado y el trabajo duro e interminable; esta historia no se ve y no se cuenta en las tiendas de souvenirs donde turistas de todo el mundo sólo ven y compran el producto terminado. Después de haber realizado recorridos por la casa museo de Alexander Skutch, entiendo la importancia de mantener y contar un legado, una historia y un propósito.
Últimos días
Los últimos días de trabajo en Los Cusingos finalmente se acercan, al igual que la necesidad de decir adiós, y la necesidad de ver a mis supervisores y amigos por última vez. Es difícil despedirse de las personas y es difícil no sentir nostalgia al recordar todo lo que he hecho. Abrazo estos recuerdos mientras todavía estoy aquí en el bosque, con los pájaros cantando en voz alta, con los turistas mirando con asombro los colores de las majestuosas aves. Desde que caminaba por el bosque con visitantes de todo el mundo, de Alemania, República Checa, Brasil, Canadá y Estados Unidos, me he envuelto en una mezcla de culturas e identidades del mundo, lleno de misterio y dinámicas interculturales. Es una vida que tendré que dejar atrás en pocas semanas, pero un momento de mi vida que siempre llevaré conmigo.
Planificar los últimos días y qué hacer para aprovecharlos al máximo ha sido un momento difícil. Si pasar aquí o allá, visitar este lugar por última vez o pasar tiempo con esta persona por última vez. Hay tanto que hacer, pero tan poco tiempo. Y con la despedida a la vuelta de la esquina, sé que será la última vez que veré caras conocidas, y aunque sea un final emotivo, podemos sentirnos agradecidos por todos los momentos que hemos compartido juntos como familia, como amigos y como compañeros de trabajo.
Futuro
Habiendo tenido la increíble experiencia de trabajar y explorar áreas de conservación, creo sinceramente que algún día me encontraré trabajando en la conservación de la naturaleza, ya sea en el zoológico de San Diego, las Naciones Unidas o en alguna parte aislada del mundo, lo sé. Dondequiera que me lleve mi viaje, recordaré los buenos días de Costa Rica, llenos de brillantes aventuras y un ambiente que abarcaba a los animales. Los días en los que caminaba por los bosques buscando un perezoso, solo para ayudar a rescatar a un perezoso unos días después. Caminando con precaución si había una serpiente o un jaguar rondando, vigilando cada uno de mis pasos. Me he transformado de un novato que caminaba por la jungla, a un semi experto que sabe dónde estar, cómo detectar animales y cómo navegar mejor por los ecosistemas que me rodean con una presencia mínima. Dado este amor por el estilo de vida lleno de naturaleza, necesito ser consciente de la huella que dejo en el futuro. Habiendo visto de primera mano el impacto del Cambio Climático, a lo largo de estos últimos 9 meses, no solo para los ticos sino también para los ecosistemas de Costa Rica, entiendo completamente la necesidad de reducir y reutilizar para evitar la extinción de especies de vida silvestre y ecosistemas forestales. Si bien puede que no todo sea perfecto para mitigar el impacto que tenemos en el mundo, podemos hacer pequeños esfuerzos en nuestra vida diaria para marcar esa diferencia.
—Alejandro