The Regular Doses of Inspiration

My host mom’s final speech as the headmistress at the school 

 

4 months (almost) passed by like a drift of lasting memories. One thing I found surprisingly hard was how I could make use of my time in a productive manner. It was testing my discipline in an unfamiliar way. Somehow it was the smallest things which inspired me to do more with less.

My host family has a cleaner, Tati, who comes over every two days. It was only on weekends, when I got to see her and spend time with her. Last week she asked me: How do you become a more independent woman? I was initially confused by her question so I told her to elaborate. She told me how she did not perform well as a student at school which unnerved her in almost everything she does now. For me, it was about her courage to confide in me, despite our differences in our backgrounds. I was inspired by her strong ambition to represent her authentic self after years of solely labor work, and at the same time, raising a child.

Sometimes, when Tati is over, my brother Marco would teach her Math as well. It gave me flashbacks to when my Chinese tutor would guide me through my essays at home in HK. However, this was portrayed as something more. It was one spending his own free time to educate one who is passionate about learning. So far, my gap year consists more of outdoor adventures and purposeful volunteering rather than an academic focus – what I was used to more. Seeing them working on the dining table just inches away from my bedroom was those two combined for me. It reminded me of the sparks of curiosity academia filled me with. People here have the biggest hearts I have ever seen. This small community fuels themselves into a loving society.

Today was the graduation ceremony for the 6th graders and the kids in kindergarten at the school where I volunteer. Public speaking was never my thing. Always feared it. Always avoided it. This morning, I watched a 6th grader presenting a speech. She was sitting very near me so I watched her getting prepared: patting her skirt down, laying her hair frames on her shoulders, warming up her smile. She walked up to the stage undauntedly in front of all the teachers and parents. With her back straight, head held high, she started speaking with such composure and confidence. Though I couldn’t fully comprehend all the sentences, I was somehow moved by a 12 year old giving a one minute speech.

My host mom has 7 siblings. So as you can imagine, it is a rather large family and I have quite a few cousins. When I first discovered the number of siblings my mom had, I thought it would be unrealistic to maintain a strong bond between the whole family. Well, they proved me wrong. 

I have met every single one of them already and shared time with each. It just feels so effortless. Every week, my host mom’s younger sister lends my host mom a bag of clothes and vice versa. It made me feel ashamed of the countless fights I had with my sister over a pair of jeans, a cute dress. This inspired me to try to be the same: to relish the family gatherings not like it is an obligation.

These are some of the many occasions I have gotten my inspiration from. Knowing that there will be many more to come, I can’t wait to develop and explore more relationships.

 

Dosis Diaria de Inspiración

El discurso final de mi madre anfitriona como directora de la escuela

 

4 meses (casi) pasaron como una deriva de recuerdos duraderos. Una cosa que encontré sorprendentemente difícil fue cómo podía hacer uso de mi tiempo de una manera productiva. Estaba poniendo a prueba mi disciplina de una manera desconocida. De alguna manera fueron las cosas más pequeñas las que me inspiraron a hacer más con menos.

Mi familia anfitriona tiene una persona que ayuda con la limpieza, Tati, que viene cada dos días. Son solo los fines de semana, cuando llego a verla y pasar tiempo con ella. La semana pasada me preguntó: ¿Cómo te conviertes en una mujer más independiente? Inicialmente me confundió su pregunta, así que le dije que la elaborara un poquito. Ella me contó cómo no se desempeñó bien como estudiante en la escuela. Reflexioné sobre su manera de confiar en mí, a pesar de nuestras diferencias en nuestros orígenes y culturas. Me inspiró su fuerte ambición después de años de trabajo exclusivamente laboral y, al mismo tiempo, de criar a un hijo.

A veces, cuando Tati termina de limpiar, mi hermano Marco también le enseña matemáticas. Me trajo recuerdos de cuando mi tutor chino me guiaba a través de mis ensayos en casa en HK. Hasta ahora, mi año sabático consiste más en aventuras al aire libre y voluntariado con propósito en lugar de un enfoque académico – a lo que estaba más acostumbrada. Verlos trabajando en la mesa de comedor a sólo unos centímetros de distancia de mi habitación me  llenaba de recuerdos. Me acordé de las chispas de curiosidad que me regala la academia. 

La gente aquí tiene los corazones más grandes que he visto. Esta pequeña comunidad se alimenta a sí misma en una sociedad amorosa.

Hoy fue la ceremonia de graduación para los estudiantes de 6to grado y los niños del jardín infantil en la escuela donde soy voluntaria. Hablar en público nunca fue lo mío. Siempre me asustó. Siempre lo evité. Esta mañana, vi a una estudiante de 6to grado presentando un discurso. Estaba sentada muy cerca de mí, así que la vi prepararse: Arreglando su falda, colocando su pelo sobre sus hombros, calentando su sonrisa. Caminó hasta el escenario sin rodeos delante de todos los maestros y padres. Con la espalda recta, la cabeza en alto, comenzó a hablar con tanta compostura y confianza. Aunque no podía comprender completamente todas sus frases, de alguna manera me conmovió una niña de 12 años dando un discurso de un minuto.

Mi madre anfitriona tiene 7 hermanos. Así que como se pueden imaginar, es una familia bastante grande y tengo bastantes primos. Cuando descubrí por primera vez el número de hermanos que tenía mi madre, pensé que sería poco realista mantener un fuerte vínculo entre toda la familia. Bueno, me demostraron que estaba equivocada. 

Ya he conocido a cada uno de ellos y compartido tiempo con cada uno. Simplemente se siente tan, sin esfuerzo. Cada semana, la hermana menor de mi madre anfitriona le presta a mi madre anfitriona una bolsa de ropa y viceversa. Me hizo sentir avergonzada de las innumerables peleas que tuve con mi hermana por un par de jeans, un vestido lindo. Esto me inspiró a tratar de ser lo mismo: Disfrutar de las reuniones familiares no como si fuera una obligación.

Estas son algunas de las muchas ocasiones en las que me he inspirado. Sabiendo que habrán muchas más por venir, no puedo esperar para desarrollar y explorar más amistades.

—Alicia