Valle y Veraguas: Getting Settled in Panama
Only a week into the program and we are already settled into life in Panama! Despite any premonitions and expectations we had entering a new country and its culture, we have since set them aside, forming new relationships and immersing ourselves in day-to-day life here in Valle de Anton. We wake up to the sound of bird calls and the light patter of an early morning’s rain sprinkling on the windowsills. After a delicious breakfast, we split up into three groups and begin our busy days. We have taken trips to el Orquideario, a local orchid farm and botanical garden, in which we engage in planting, weeding, and paintings–¬all in a magical environment composed of orchids, mossy trees, and a plethora of life. In our most recent project, groups spent the last few days tilling and preparing soil for a new wave of flora. Groups also spent time at the local recycling center, sorting and cleaning through recyclables and basura organica. Another foundational part of the experience has been the daily Spanish lessons taught by Rosa, which have been incredibly helpful in strengthening our grammar and fluency, while simultaneously educating us on phrases and traditions specific to Panama. An example of this is “parking,” a phrase referring to a party or hang-out with friends¬¬–now adopted into our daily dialogue. The late afternoons consist of time to decompress after a day’s work of service and learning, in which we are commonly found reading novels, journaling, playing at the local park, and conversing with friends (in Spanish, English, and Spanglish!). Although we miss everyone back home, our new friendships and discoveries in Panama have made it so worthwhile, and we truly can’t wait to share our experiences with you all!
Adios desde Panama!
Apenas una semana de programa y ya estamos instalados en el estilo de vida de Panamá. Mas alla de todas las expectativas y premoniciones que teníamos sobre entrar en un nuevo país y su cultura, ya las hemos dejado de lado, formando nuevas relaciones y sumergiéndonos en el día a día aquí en el Valle de Antón.
Nos despertamos con el canto de los pájaros y el suave repiqueteo de la llovizna matutina sobre las ventanas. Después de un delicioso desayuno, nos dividimos en tres grupos y comenzamos nuestros intensos y ocupados días. Hemos hecho excursiones a El Orquideario, una granja local de orquídeas y jardín botánico, en la que nos dedicamos a plantar, limpiar la maleza de los jardines y pintar, todo esto en un entorno mágico compuesto por orquídeas, árboles musgosos y una amplia cantidad de vida.
En nuestra actividad más reciente, pasamos los últimos días labrando y preparando la tierra para una nueva ola de cultivos. Tambien en grupo pasamos tiempo en el centro de reciclaje local, clasificando y limpiando los materiales reciclables y la basura orgánica. Otra parte fundamental de la experiencia han sido las lecciones diarias de español impartidas por Rosa, que han sido increíblemente útiles para reforzar nuestra gramática y fluidez, a la vez que nos ha enseñado frases, palabras y tradiciones específicas de Panamá. Un ejemplo de ello es “parking”, una palabra que se refiere a una fiesta o reunión con amigos, y que ahora hemos adoptado en nuestro diálogo diario. Las tardes consisten en tiempo para relajarnos después de un día lleno de trabajo y aprendizaje, donde comúnmente leemos novelas, escribimos en diarios lo que vivimos, jugamos en el parque local y conversamos con amigos (¡en español, inglés y spanglish!). Aunque extrañamos a todos en casa, nuestras nuevas amistades y descubrimientos en Panamá han hecho que valga la pena, ¡y realmente no podemos esperar a compartir nuestras experiencias con todos ustedes!
¡Adiós desde Panamá!
