Costa Rica: Blending In
Never would I think it would be this comfortable fitting in. Sometimes, it feels so wrong to be so right. A country miles away from home, and yet I still feel at home.
I walked into Trincheras, not really knowing what to expect. I saw my “mom” and my “brother” standing with a bouquet of flowers. I greeted them and expressed my gratitude. Not long afterwards, we were already leaving, saying farewells to my friends. In the car, it was awkward. I could barely hold a basic conversation.
We drove to my “grandma’s” house since it was her birthday, then my “aunt’s” house just to stop by. I introduced myself to them. 90% of the time, I had no idea what they were saying. Like a barrier hindering words out of my mouth. “Hola!” “¿Cómo estás?” “¡Buenas noches!” were my entire Spanish vocabulary despite having learnt Spanish for 2 years three years ago. I was afraid that this language barrier stopped me from connecting with people, forming deep relationships.
Everyone reassures me and tells me everything will be all good because the best way to learn a language is by speaking it. This always confused me: how can I even pick up anything if I don’t understand anything? It is not like I have a translator sitting around. However, I got it completely wrong. It is all about body language. I observed what they were pointing at, looking at when they were speaking. Labeling the common spoken phrases to specific situations, slowly learning the significance of each. I listened to the tone and purpose in their voice. Spotting the difference between a light or heavy conversation. All of that adds up when you’re only speaking in their language.
It has been 5 weeks in and I can proudly say I understand 50% of their conversations. Of course, when not speaking at godspeed.
Spending time at my Grandma’s house
Communication is obviously the key to an understanding relationship. However, presence also is. I have come to realize that in the beginning when communication was obviously an issue. Trying my best not to lock myself in my own room. Sitting on the couch in the living room, going with my mom to pick up my brother from the gym and going grocery shopping with my mom. I have an open window which is in between my room and the kitchen. Yes, it may be irritating sometimes in the morning, but I believe it is a blessing in disguise. This way, I would not feel isolated.
During the past few weekends, my mom and I would go to the river with my mom’s cousin Jorge. Jorge is one of the kindest people I have met. In today’s world, it is difficult to find people who would welcome a foreigner without a slight hesitation. He made the richest meal for me and drove for an hour just for us to get to a nice river. This kind of benevolence is disguised in the bustling society which we often fail to recognize.
Jorge and I extracting the vegetables from plants in his garden
Nunca pensé que sería tan cómodo encajar. A veces, se siente tan mal estar tan en lo correcto. Un país a millas de distancia de casa, y sin embargo, todavía me siento como en mi hogar. Llegué sin saber realmente qué esperar. Vi a mi “mamá” y a mi “hermano” de pie con un ramo de flores. Los saludé y les expresé mi gratitud. No mucho después, ya nos íbamos, despediéndonos de mis amigos. En el carro, era incómodo. Apenas podía mantener una conversación básica.
Fuimos en carro a la casa de mi “abuela” ya que era su cumpleaños, luego a la casa de mi “tía” solo para pasar por allí. Me presenté. El 90% de las veces, no tenía idea de lo que estaban diciendo. Como si tuviera una barrera que obstaculiza las palabras de mi boca. “¡Hola!” “¿Cómo estás?” “¡Buenas noches!” Era todo mi vocabulario en español a pesar de haber aprendido español durante 2 años, hace tres años en el colegio. Tenía miedo de que esta barrera del idioma me impidiera conectarme con la gente, formando relaciones profundas.
Todo el mundo me tranquilizaba y me decía que todo iba a estar bien, porque la mejor manera de aprender un idioma es hablándolo. Esto siempre me confundió: ¿Cómo, si no entiendo nada? Sin embargo, me equivoqué completamente. Se trata de lenguaje corporal. Observando lo que estaban señalando, mirando cuando estaban hablando. Identificando frases comunes en situaciones específicas, aprendiendo lentamente el significado de cada una. Escuchaba el tono y el propósito en su voz. Detectaba la diferencia entre una conversación ligera o pesada.
Han pasado 5 semanas y puedo decir con orgullo que entiendo el 50% de sus conversaciones. Por supuesto, cuando no hablan súper rápido.
Pasando tiempo en casa de mi abuela
La comunicación es obviamente la clave para una relación de comprensión. Sin embargo, la presencia también lo es. Me dí cuenta de esto al principio, cuando la comunicación era obviamente un problema. Hacía mi mejor esfuerzo para no encerrarme en mi propia habitación. Sentada en el sofá de la sala, iba con mi madre anfitriona a recoger a mi hermano del gimnasio y también iba de compras con ella. Tengo una ventana abierta que está entre mi habitación y la cocina. Sí, puede ser irritante a veces por la mañana, pero creo que es una bendición disfrazada. De esta manera, no me sentiría aislada.
Durante los últimos fines de semana, mi mamá y yo hemos ido al río con el primo de mi mamá Jorge. Jorge es una de las personas más amables que he conocido. En el mundo de hoy, es difícil encontrar personas que acojan a un extranjero sin dudarlo. Nos preparó una comida deliciosa y condujo durante una hora solo para llevarnos a un hermoso río.
Esta es mi historia de adaptación en mis primeras semanas en mi nuevo hogar, Costa Rica.
—Alicia