Santa Elena: A Wonderful Town
The roosters rise before dawn, it’s 2 a.m. in the morning. I roll over and try to drift off to sleep. I will wake once more at 7:30 a.m. Out of laziness or pure habit I will not leave bed ‘till at least 8 a.m. The town has been moving for hours before I rise. In this sleepy town there is not a specific speed at which it moves, but an attitude, relaxed. A rush is used sparingly, catching the buses coming each 30 minutes and small children scurry from one location to the next. Popular destinations for them include: one of two striped fields used for soccer, the small stores spotted about the center of the town, and the school once in the morning and once more at 3 p.m. where Clark and I meet them for activities. The sound of birds is constant which follows you throughout your day. Resting in a hammock on the front porch I see an ever increasing number of animals pass by in a day. Packs of small goats will pass in the evening, chickens roam through the streets most of the day, and perhaps a solitary cow grazing. There is a high likelihood of a restless dog in sight, if not more than one at all times. Say ‘hi’ to passers by and they will return at minimum a smile and a wave. After eating a meal, which if lunch or dinner, must include rice on the side. I enjoy sitting with the family in our backyard or the front porch relaxing in the ambiance of the neighborhood. The sound of a firework at night announces the start of bingo. Waiting for you there will be friendly faces and ingredients as prizes. Entry is one dollar. —Dylan
Our town is a very relaxed town as Dylan said. In the afternoons on weekdays we lead extracurricular activities for the kids in the school. Today we went to a parent’s meeting at the school, during the kids’ recess and we were proud to see that they were leading various games we had taught them during the extracurricular activities. On the weekends, when there are no extracurricular activities, we play soccer with the kids at the field. We have tried many different delicious juices, soups and dishes made by our host family. Every meal is eaten with only a spoon. In the evenings, we watch animated movies with our host cousins, journal, read or talk with our host family on the back patio. Dylan and I have a tradition of going on an ice cream run every evening. We worked with a local group of girls to plan Bingo, which was the fundraiser for our service project. Our service project was putting screens on the windows of a classroom at the school so that birds wouldn’t come in, as well as removing rust from the windows, painting them with protective paint, and painting the interior of the classroom. The goal was to make a classroom that could be used by the school and for extracurriculars like ours in the future. —Clark
Santa Elena: Una Comunidad Maravillosa
Los gallos se levantan antes del amanecer, son las 2 de la mañana. Me doy la vuelta y trato de quedarme dormido. Me despertaré una vez más a las 7:30 a. m. Por pereza o por pura costumbre no me levantaré de la cama hasta al menos las 8 a. m. La ciudad se ha estado moviendo durante horas antes de que me levante. En este pueblo no hay una velocidad específica, sino una actitud, relajada. La carrera se usa con moderación, tomando los autobuses que vienen cada 30 minutos y los niños pequeños corren de un lugar a otro. Los destinos populares para ellos incluyen: uno de los dos campos que se usan para el fútbol, las pequeñas tiendas ubicadas en el centro de la ciudad y la escuela una vez por la mañana y otra vez a las 3 p.m. donde Clark y yo nos reunimos con ellos para actividades. El sonido de los pájaros es constante y te sigue durante todo el día. Descansando en una hamaca en el patio delantero veo pasar un número cada vez mayor de animales en un día. Manadas de pequeñas cabras pasarán por la tarde, gallinas deambulando por las calles la mayor parte del día, y quizás una vaca solitaria comiendo pasto. Existe una alta probabilidad de que haya un perro inquieto a la vista, si no más de uno en todo momento. Le digo “hola” a la gente y me devuelven como mínimo una sonrisa y un saludo. Después de comer, sea el almuerzo o la cena, debe incluir arroz en el lado. Disfruto sentarme con la familia en nuestro patio trasero o en el patio delantero y relajarme en el ambiente del vecindario. El sonido de un fuego artificial en la noche anuncia el comienzo del bingo. Esperándonos en el bingo, hay caras amigables y mercado como premio. La entrada es un dólar. —Dylan
Nuestro pueblo es un pueblo muy relajado como dijo Dylan. En las tardes de lunes a viernes llevamos a cabo actividades extraescolares para los niños de la escuela. Hoy fuimos a una reunión de padres en la escuela, durante el recreo de los niños y nos enorgulleció ver que dirigían varios juegos que les habíamos enseñado durante las actividades extraescolares. Los fines de semana, cuando no hay actividades extraescolares, jugamos fútbol con los niños en el campo. Hemos probado muchos deliciosos jugos, sopas y platos preparados por nuestra familia anfitriona. Cada comida se come solo con una cuchara. Por las noches, vemos películas animadas con nuestros primos anfitriones, escribimos un diario, leemos o hablamos con nuestra familia anfitriona en el patio trasero. Dylan y yo tenemos la tradición de ir a una carrera de helados todas las noches. Trabajamos con un grupo local de niñas para planificar Bingo, que fue la recaudación de fondos para nuestro proyecto de servicio. Nuestro proyecto de servicio consistía en poner mallas en las ventanas de un salón de clases de la escuela para que no entraran pájaros, quitar el óxido de las ventanas, pintarlas con pintura protectora y pintar el interior del salón. El objetivo era hacer un salón de clases que pudiera ser utilizado por la escuela y para actividades extracurriculares como la nuestra en el futuro. —Clark