Santa Elena: A Little School in a Magical Town
By: Yoriman Rivilla and Jake Jorgensen
On Tuesday, June 13, on our third day in Southern Santa Elena, we decided to pay a visit to the local elementary school. We left early in the morning to meet the children during their classes. When we arrived, we spoke with some of the teachers and arranged to go from classroom to classroom introducing ourselves as volunteers with Amigos de las Américas.
Usually, the excitement and energy of these kids are limitless, but for one moment of the day we were able to capture their attention. It was amazing to see how happy and curious the kids were when we presented ourselves. They listened to everything we had to say, and some even asked their own questions about our activities. After passing through each class, we had a talk with the director of the school. Our visit was so successful that we asked to come back and visit the kids again. The director agreed with us!
Later that day we were preparing our activities in the community center when the children we had invited started to arrive, and they kept arriving over the next half hour. We had so many kids attend that we ran out of chairs for them to sit in. Luckily, they were so eager to participate in our activities that they didn’t mind sitting on the floor to follow along with our games and lessons. Their smiles and laughs were heartwarming, and made us excited to be a part of such a special community.
We are both very lucky to get to work with such great kids. We are still surprised by the energy that these children have, and are now even more excited than ever to realize all of the plans we have made for them with their teachers and the leaders of their community. There is no doubt about the great potential of the youth here in Santa Elena, Ecuador.
La escuelita en un pueblito mágico
Por: Yoriman Rivilla y Jake Jorgensen
Un día martes, 13 de junio, el tercer día en el sur de Santa Elena, Ecuador, fuimos a visitar la escuelita local. Era una mañana de día soleado donde conocimos a los niños y niñas durante sus clases; asimismo, hablamos con las profesoras y nos permitieron ingresar a las aulas para presentarnos como voluntarios de Amigos de las Américas.
Usualmente, la emoción y energía de los niños(as) nunca tiene límites, pero en ese momento obtuvimos toda su atención, es asombroso ver lo felices y curiosos que estaban los niñ@s cuando nos presentamos. Ellos escuchaban todo lo que nosotros les decíamos y hacían muchas preguntas sobre nuestras actividades. Después de haber pasado por las clases, hablamos con la directora de la escuelita. Nuestra visita fue tan exitosa que preguntamos si podríamos volver a visitar a los niños(as), y la directora estuvo de acuerdo!
Después de ese día, estuvimos preparando nuestras actividades en el centro de la comunidad, cuando los niñ@s que invitamos empezaron a venir y fue así por la siguiente media hora. Tuvimos tantos niños, que no alcanzaron las sillas para que ell@s se sentaran. Felizmente, ellos estaban tan emocionados que no les importó sentarse en el piso ya que querían seguir participando en nuestros juegos y lecciones. Sus sonrisas y risas estuvieron reconfortantes, y nos hicieron sentir emocionados de ser parte de una comunidad tan especial.
Ambos estamos agradecidos de trabajar con grandios@s niñ@s. Nosotros aún estamos sorprendidos de la energía que tienen, y ahora estamos más emocionados que nunca de todos los planes que hicimos por ell@s con sus profesores y líderes de la comunidad. No hay duda del gran potencial de la juventud en Santa Elena.